Soneto

Definiendo el amor o sus contrariedades.

Borrasca disfrazada en la bonanza,

engañoso deleite de un sentido,

dulzura amarga, daño apetecido,

alterada quietud, vana esperanza;

desapacible paz, desconfianza,

desazonado gozo, mal sufrido,

esclava libertad, triunfo abatido,

simulada traición, fácil mudanza:

perenne manantial de sentimientos,

efímera aprehensión, que experimenta

dolorosas delicias y escarmientos;

azarosa fortuna, cruel, violenta,

zozobra, sinsabor, desabrimientos,

risa en la Playa, y en el Mar tormenta.

Endechas

Aconsejando a una joven hermosura no entre en la carrera del amor.

Detente hermosa Tirsi,

¿dónde va tu albedrío?

mira que vas perdida

siguiendo un precipicio.

No prosigas, aguarda,

detén el paso, el brío,

porque es despeñadero

el que juzgas camino.

No te engañe el terreno

porque le ves florido,

que en esas mismas flores

está el mayor peligro.

Vuelve, vuelve la espalda

al reclamo fingido,

no te suceda incauta

lo que al fiel pajarillo;

Que engañado en los ecos

del gorjeo mentido, pensando que al consorte se entrega a su enemigo. Detente hermosa Tirsi, ¿dónde va tu albedrío? mira que vas perdida siguiendo un precipicio. Huye el mar proceloso durante todo el conflicto, tormentas y borrascas, naufragios, peñas riscos;

en donde se navega

sin fe, sin norte fijo,

sin socorros humanos,

sin auxilios divinos:

y en donde siendo todo

contingencia y peligro,

desconocidas playas,

escollos y bajíos:

en tan urgentes riesgos

es el piloto un niño, el rumbo la inconstancia

Detente hermosa Tirsi, ¿dónde va tu albedrío? Mira que vas perdida Siguiendo un precipicio. No malogres las gracias de tus años florecidos, dando a tus perfecciones empleos poco dignos. A empresas más heroicas eleva tus sentidos y no abatida anheles gozos tan fugitivos que aquel que más te haya

los que a tus pies invictos, solicitan tu gracia el menos de ella digno. Detente hermosa Tirsi, ¿dónde va tu albedrío? Mira que vas perdida siguiendo un precipicio.